Este 26 de marzo, se conmemora el Día Mundial de la Prevención del cáncer de cuello uterino o de cérvix. Una fecha que no puede pasar inadvertida, porque hablamos de una enfermedad silenciosa, que, al año, cobra la vida de 300.000 mujeres.Pero esta cifra que debería ser cero, tomando en cuenta que el cáncer de cérvix es 100% prevenible. Entonces, quizá usted se pregunte ¿por qué siguen muriendo mujeres si esta enfermedad se puede prevenir?
Pese a que se han realizado grandes esfuerzos en todo el mundo, por erradicar este tipo de cáncer, el alto nivel de contagio por el Virus del Papiloma Humano que casusa esta enfermedad y la falta de una cultura de prevención, a través de periódicos chequeos médicos, son los responsables de esas estadísticas.
Lamentablemente, el 80 por ciento de las muertes ocurre en los países de ingresos bajos y medios. Esta realidad nos exige mayores acciones, pero no solo a las autoridades de cada país, sino también a nosotros mismos. Debemos tener claro que la mejor forma de prevenir el cáncer de cérvix, es la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano, que está presente en más del 80% de la población.
Afortunadamente, en Costa Rica ya hay grandes avances en esta materia y desde el 2019, las niñas de 10 años reciben dos dosis de la vacuna contra este virus, además, desde la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas, hemos realizado grandes esfuerzos por seguir luchando contra el cáncer de cérvix.
Es así como ya hemos vacunado a 20 mil mujeres jóvenes y adolescentes contra el Virus del Papiloma Humano, como parte del estudio “ESCUDDO”, con el que buscamos demostrar la eficacia de una sola dosis de la vacuna. Se trata de una población femenina que ya está protegida y que, por su rango de edad, no está contemplada dentro de la vacunación que realizan nuestras autoridades de salud.
A través de la investigación Biomédica seguimos impactando positivamente a la salud pública de nuestro país y del mundo entero. Por eso, Costa Rica, mantengamos esa lucha contra el cáncer de cérvix, vamos por buen camino, pero falta más; nuestras mujeres nos lo agradecerán. Luchemos por lograr una generación libre de cáncer de cuello uterino.
Doctora Carolina Porras
Directora de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas