El cáncer de cuello del útero, es una de las enfermedades que matan a más mujeres; es responsable de cerca de 1000 fallecimientos cada día, alrededor del mundo. Se trata de un cáncer que afecta en forma predominante a mujeres sin acceso a servicios de salud adecuados, relativamente jóvenes, madres de varios hijos e hijas, y a menudo, jefas de hogar o inmigrantes. El 90% de los casos ocurre en países, regiones y grupos humanos de menores recursos.
Este cáncer se origina en una infección de transmisión sexual, causada por el virus de papiloma humano (VPH), que la mayoría de los hombres y mujeres adquiere cerca del inicio de las relaciones sexuales. La infección desaparece por sí sola en la mayoría de los casos, pero a veces persiste y se convierte en lesiones precancerosas que, con el tiempo pueden llevar al cáncer. Durante varios años, la infección y lesiones asociadas son detectables con pruebas como la citología o Papanicolau, y generalmente, son curables con un tratamiento relativamente sencillo.
Los programas de tamizaje con citología, han logrado reducir la carga de esta enfermedad y en Costa Rica se han logrado avances importantes, con reducción significativa de la mortalidad en los últimos 20 años. Sin embargo, la incidencia y mortalidad por este cáncer, son todavía inaceptables y siguen falleciendo más de 120 mujeres cada año.
Todavía nos falta por hacer en el área de la detección temprana, porque seguimos utilizando la citología como método principal de tamizaje, pese a que la Organización Mundial de la Salud, basada en amplia evidencia, recomienda cambiar el método de tamizaje por la prueba de detección del virus de VPH en mayores de 30 años, que es más certera que la citología, ya que permite reducir la frecuencia de los exámenes y puede ser hecha por la misma mujer (autotoma).
Por otro lado, las actividades de detección y tratamiento requieren un amplio nivel de organización, control de calidad y sistemas de información que están pendientes por desarrollarse en nuestro país, para alcanzar las metas internacionales y reducir el sufrimiento de las familias afectadas.
El fortalecimiento institucional y específicamente de los programas de salud reproductiva, así como la continuación de los esfuerzos en educación sexual, basada en evidencia científica, son parte esencial de esta propuesta.
Costa Rica tiene una gran oportunidad de convertirse en uno de los primeros países en lograr la eliminación del cáncer de cérvix, considerando las fortalezas de nuestro sistema de salud pública, como la posibilidad de tomar medidas centralizadas y su amplia cobertura. Afortunadamente, desde el 2019 se introdujo en nuestras escuelas y centros de salud, la vacunación de todas las niñas de 10 años contra el VPH, con excelente cobertura.
En este día de la mujer, uno de los mejores homenajes y muestras de solidaridad con su lucha cotidiana, es la toma de las medidas institucionales y comunitarias necesarias, para lograr la eliminación de una enfermedad que ejemplifica, como pocas, la condición desfavorable de la mujer en nuestra sociedad.
Dr. Rolando Herrero
Director Científico de ACIB-FUNIN